viernes, 20 de mayo de 2016
domingo, 8 de mayo de 2016
PRINCIPALES ECOSISTEMAS DEL URUGUAY
Los ecosistemas pueden clasificarse de diferentes formas de acuerdo a
diferentes criterios. Para el caso de los ecosistemas de nuestro país
utilizaremos los criterios trabajados en clase para establecer los
diversos tipos.
CLASIFICACIÓN DE ECOSISTEMAS DEL URUGUAY
- Acuáticos:
- Lóticos: ríos, arroyos, cañadas
- Lénticos: lagunas, tajamares, represas
- Terrestres:
- Praderas:
- Naturales
- Artificiales
- Montes:
- Selváticos
- De Galería
- De Quebrada
- De Parque
- Mata Atlántica
- Serranos
- Psamófilos
- Palmares
- Mares de Piedra
- Islas:
- De ríos
- Oceánicas
- Ecotonos:
- Humedales
- Costas marinas (playas)
DOS EJEMPLOS DE ECOSISTEMAS
De todos los tipos clasificados analizaremos en particular solamente
dos de ellos debido a su importancia y ciertas características que
los distinguen. Los ecosistemas son los humedales y los montes de
galería.
HUMEDALES
Los humedales son terrenos inundables, de agua dulce o salada, que
poseen una vegetación característica. De modo popular se los
conocen únicamente como bañados pero pueden ser de otros tipos. Son
ecosistemas con un alto contenido de biodiversidad (cantidad
de diferentes especies). En Uruguay existen humedales de agua salada
en la costa atlántica (desde Punta del Este hasta el Chuy) y de agua
dulce en la mayoría de los ríos y lagunas de nuestro territorio.
Además encontramos un caso especial como es el humedal del Santa
Lucia y otros de la costa del Río de la Plata en los cuales la
salinidad (nivel de sal en el agua) varía mucho dependiendo de la
época del año o de las corrientes marinas predominantes o del
caudal de los ríos que desembocan en el Río de la Plata.
La función principal de los humedales es de comportarse como
“esponjas naturales” ya que regulan las crecientes e inundaciones
debido a su capacidad de retener grandes cantidades de agua y
permitir la lenta evaporación de la misma. Otras funciones son
derivadas de la gran biodiversidad que presentan, así se utilizan
los humedales como recursos turísticos y como herramientas
educativas. Se considera que en esos ecosistemas habitan el 70 % de
todas las especies de aves del Uruguay y son reservorios de algunas
especies de animales que están declaradas como en peligro de
extinción (por ej.: venado de campo) o ya prácticamente extintas
(por ej.: puma)
En un humedal se pueden establecer zonas diferentes de acuerdo al
tipo de vegetación que predomina. Estas zonas son:
- Vegetación flotante: se encuentra en la zona con agua permanente y sus raíces no están ancladas, por lo tanto son desplazadas por el viento o la corriente. Las especies flotantes características son la redondita de agua, camalotes, repollito de agua y lenteja de agua.
- Vegetación emergente: se encuentra en la zona con agua permanente y sus raíces están asentadas en el lecho, se pueden encontrar tanto en aguas lénticas como lóticas. Entre las especies características encontramos los caraguatas, los juncos, espadañas y colas de zorro.
- Vegetación alta: se encuentra en la zona sin agua o con agua de baja profundidad. Encontramos arbustos como el hibisco y árboles de baja talla como el ceibo.
MONTES DE GALERÍA
Este tipo de monte se encuentra a lo largo de las orillas de la
mayoría de los ríos y arroyos de nuestro país. El ancho del monte
de galería depende del área de inundación que tiene el curso de
agua asociado. Si el río o arroyo corre por una llanura muy plana,
el área que inunda cuando crece es muy amplia y el monte se puede
extender varios cientos de metros de ancho. En cambio, si el curso de
agua esta encajonado por barrancos u otra elevación, el monte tendrá
pocos metros de ancho.
Normalmente los montes de galería presentan una disposición de su
vegetación en tres franjas definidas. Estas franjas se deben a la
necesidad de agua que tienen las especies características de cada
una.
Una franja interna, en contacto con el agua, se compone de
especies con alta necesidad de agua que se clasifican como especies
hidrofilas. Encontramos árboles como el sarandí, el sauce y el
mataojo; y vegetación flotante. Esta vegetación tiene una función
importante en la conservación del curso de agua ya que, con sus
raíces, protegen al suelo de la erosión y disminuyen la velocidad
del agua manteniendo el cauce (profundidad).
Más alejada del agua encontramos una franja intermedia de
vegetación compuesta por especies con requerimientos no tan altos de
agua pero que no se adaptan a condiciones de sequía. Entre estas
especies encontramos el laurel, el azoita y el tembetarí que son
árboles de gran porte adaptados a una alta incidencia de luz.
Por último, en la zona más alejada del agua se encuentra la franja
externa del monte donde podemos encontrar especies con alta
resistencia a la falta de agua. Entre estas encontramos al molle, la
aruera, el ceibo, el tala y el canelón. Esta última franja es la
más castigada debido a la acción del hombre debido a la buena
madera que tienen estos árboles y a la necesidad de campo “desnudo”
para la agricultura.
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